Decía Wittgenstein que lo que es pensable es también posible. No podemos pensar nada ilógico porque de lo contrario tendríamos que pensar ilógicamente. En cierto sentido, no podemos equivocarnos en la lógica.
PLANIFICACIÓN LÓGICA
Así, ante la intimidación del canvas en blanco, tenemos que poner nuestros brazos en jarras ya que los más profundos problemas que van a toparse con nuestro diseño no son problema alguno
Podemos representar algo que vaya en contra de la armonía estética pero no algo que vaya en contra de la geometría, ésta nos da carta blanca.
Definimos signos, ya sean visuales o nominales, y estas definiciones que hacemos marcan el camino del usuario, establecemos una ruta, la cual para bien o para mal siempre tendrá un significado o intención.
LA EXPRESIÓN LÓGICA
Nuestra forma y nuestro contenido construyen una expresión que se vuelve sensación e información. Esta expresión puede tener sentido únicamente en nuestro sitio web, siempre y cuando hayamos proporcionado lógica mediante las definiciones.
Al usar los signos les otorgamos significado y forman parte de la totalidad del mensaje.
A una determinada conexión lógica de signos corresponde una determinada conexión lógica de sus significados. Sólo a los signos inconexos corresponde una conexión arbitraria cualquiera.
Los detalles individuales no son importantes a simple vista pero la posibilidad de cada detalle nos procura una ilustración sobre la esencia del sitio web.
El lienzo lógico es la posibilidad de una existencia.
Como dice Wittgenstein, las constantes lógicas no representan nada. La lógica de los hechos no puede representarse.
LA EXPERIENCIA LÓGICA
Así pues, el objetivo del sitio web es la clasificación lógica de los pensamientos que surgen del sitio.
El layout no puede determinar en modo alguno la realidad ya que todo el espacio lógico está ocupado por la forma y está ocupado por el contenido. Allí no cabe la realidad.
Toda deducción sucede a priori. La lógica está antes de toda experiencia. Está antes del cómo, no antes de qué.
Sólo podemos predecir lo que nosotros mismos construimos. “Los límites de mi lenguaje significan los límites de mi mundo”
Nos guste o no, ninguna parte de nuestra experiencia sucede a priori.
Añadir nuevo comentario