Tras cometer el grave error de mezclar trabajo con amistad, gané un cliente pero perdí un amigo.
Todo comenzó con el encargo de un video. Mi amigo, muy peculiar él, quería regalarle a su abuela un collage visual de cine de autor francés de los años sesenta. Rápidamente pensé en la accesibilidad, seguramente su abuela tendría, en ese momento o en el futuro, algún problema visual. Tuve que agregar subtítulos al montaje. Tuve en cuenta los requisitos y comencé a trabajar. Primero, sintetizar la información del contenido y, después, plasmarla en subtítulos y transcripciones. Elaboré un audio que, en sincronía con el metraje, proporcionaba la información necesaria para seguir la historia. Utilicé bien los contrastes de colores dentro y entre las diversas tomas, para captar la atención del espectador y lograr que distinguera el fondo de la info. Creo que hice un buen trabajo, pero cuando le entregué a mi amigo el primer montaje, éste puso pegas, en las transcripciones de audio, por ejemplo, no se escuchaba la tos de Jean Paul Belmondo, información que a mi juicio no era relevante, pero para él era clave y representativa del cine francés de los años sesenta…
Tuve que salir a fumar un cigarrillo.
El siguiente encargo fue una web que mi amigo quería regalarle a su abuelo, una web de recuerdos, fotos, comentarios, etc; una web social, una especie de imserso 2.0. Para los formularios de entrada podría valerme de los nuevos campos incluidos en el html5, genial. Pero resultó que en casa de los abuelos de mi amigo todavía no tenían vitrocerámica, por lo que seguramente tendrían internet explorer 6. Me estiré de los pelos, tendría que proporcionar fallbacks para navegadores antiguos, utilizar javascript para decirle al navegador que creara los tags del html5. El problema se encontraba en las exigencias de mi amigo. Éste quería que su abuelo accediera a la web con su teléfono móvil de kilo y medio de peso. Seguramente ése móvil no aceptaría hojas de estilo y yo no quería mostrar el contenido duplicado, es decir, si metía labels y legends por doquier, estos se verían dos veces al no poder ocultarlos con los css…
Tuve que salir a fumar un cigarrillo. Después, tuve que dejar de fumar.
No basta con meter alt texts bien redactados bajo las imágenes. No basta con proporcionar adecuadas descripciones a los titles de los enlaces. Para la accesibilidad hay que hacer un uso específico de la usabilidad, es decir, realizar un estudio completo de la audiencia, conocer sus requisitos y capacidades. Lo que para unos es unos para otros es otros, es decir, no podemos contentar a todos, si metemos contenido extra para proporcionar acceso a todos los usuarios, podemos saturar a la audiencia estándar y reducir su experiencia como usuarios. Se trata aquí de una contradicción, porque la accesibilidad debería ser universal, hablando éticamente.
El contenido es el que es. Debe estar, existir, htmlizado semánticamente, bien estructurado, en un orden de lenguaje natural. Separado de la presentación, sin dependencia alguna el contenido con la forma, la forma con el contenido, viceversa a la viceversa. Firefox proporciona herramientas muy valiosas en forma de extensiones para comprobar que un sitio web es accesible. Sin Firefox, yo no tendría amigos.
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